Las siglas TDAH significan trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. El TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por la aparición de dificultades en la atención, impulsividad y/o hiperactividad, que afectan notablemente al rendimiento académico de los niños y adolescentes, además de a otras áreas de su vida. Últimas investigaciones confirman que en torno a un 5% de la población española padecen este trastorno (TDAH).
Debemos tener en cuenta que existen muchos mitos alrededor del TDAH, ya que es uno de los trastornos más estigmatizados. Suelen ser catalogados como “vagos”, “pasotas”, “inmaduros”, “desobedientes”… cuando, en muchas ocasiones, no tiene nada que ver con la realidad, ya que el esfuerzo que realizan es mucho mayor al que reflejan los resultados, tanto en el ámbito académico como en el conductual.
Existen tres subtipos de TDAH, con sus características propias, aunque debemos tener en cuenta que también afectan otras variables (contexto social, experiencias previas, temperamento, personalidad…):
Existen diferentes profesionales que pueden realizar un diagnóstico de TDAH: el neuropsicólogo, psicólogo, pedagogo, psicopedagogo…
En este caso, recomiendo siempre acudir a salud mental, por atención primaria y que desde allí realicen la evaluación pertinente, así como realizarla desde los centros escolares para detectar las necesidades educativas y poder aplicar las medidas pertinentes y necesarias para cada caso.
Los manuales diagnósticos fijan como edad para realizar un diagnóstico de TDAH los 7 años de edad, ya que se considera que en edades más tempranas aún se están desarrollando y no tienen unos patrones de conducta fijo, si no que varían su respuesta en función del entorno. Sin embargo, en esa etapa, en edades tempranas, podemos detectar signos de alerta relacionados con el TDAH que podemos ir trabajando para reducir el impacto de las dificultades detectadas.
La intervención psicopedagógica será concretada una vez que se realice la evaluación, que nos proporcionará mucha información acerca del funcionamiento cognitivo de nuestro hijo/a.
Por ello, la intervención será adaptada a las necesidades de cada caso, por lo que no existe una única forma de trabajar con los niños y adolescentes diagnosticados de TDAH. En algunos casos será fundamental el trabajo en técnicas de estudio, autoinstrucciones para trabajar los diálogos internos, en otras podría ser necesario trabajar y reforzar un adecuado autoestima… por lo que, será necesario valorarlo individualmente adaptándonos a cada caso.
Hay que comprender que la medicación es simplemente una herramienta más, al igual que la reeducación conductual, la terapia o la intervención psicopedagógica. Sin embargo, debemos ser asesorados por un profesional para saber si en el caso de nuestro hijo/a es adecuada la medicación. Además, no debe utilizarse como herramienta aislada y sin antes probar a trabajar sus habilidades sin medicación, de manera que pueda aprender. Debemos tener en cuenta que la medicación ayuda pero NO enseña, por lo que debemos ofrecerles siempre otras herramientas para que sean lo más autónomos posibles.
Las funciones ejecutivas son habilidades cognitivas fundamentales que nos permiten planificar, organizar, controlar nuestras acciones y regular nuestras emociones, a fin de que podamos lograr
Ser capaz de ayudar a tu alumno con TDAH es crucial para su desarrollo. Aquí te proponemos 6 estrategias para conseguirlo.
