El rincón de pensar… ¿una buena técnica?

El rincón de pensar… ¿una buena técnica?

Si todavía no lo sabes, el rincón de pensar es una técnica de modificación de conducta que usan familias y docentes cuando sus hijos o alumnado tiene un mal comportamiento. Aquí lo primero que me gustaría plantearnos es… ¿a qué nos referimos cuando decimos que los niños se portan mal?, ¿nos referimos a lo que nosotros como adultos esperamos de ellos en determinadas situaciones?, ¿les hemos explicado realmente qué esperamos de ellos y cómo deben comportarse en casa situación? Y sobre todo… ¿Les hemos explicado por qué?

Más allá de esto, el rincón de pensar consiste en colocar al niño o a la niña en un lugar aislando para darle “la oportunidad” de que reflexione sobre lo que ha hecho. Hay diferentes formas: sentarlo en una silla a pensar, ponerlo de cara a la pared a pensar… en definitiva, aislarlo del entorno.

Lo primero que debemos plantearnos es… ¿realmente los niños/as tienen capacidad para reflexionar sobre un “mal” comportamiento ellos/as solos?, ¿realmente es la mejor opción aislarlos del entorno?, ¿es una manera más de ridiculizarlos delante de sus iguales?

El Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU realizó un estudio con un grupo de niños a los que se les aplicaba esta técnica para disciplinarlos, mientras que a otro grupo no se la aplicaba.

En este estudio se comprobó que el grupo de niños al que se les había administrado la técnica del rincón de pensar se comportaba posteriormente peor que aquellos que no habían sido expuestos a ella.

3 razones por las que esta técnica no es buena

No aprender un modelo de comportamiento.

Si simplemente los sentamos ahí a pensar sobre lo que han hecho no les estamos dando un modelo de comportamiento, es decir, no están aprendiendo nada. Aunque nosotros creamos que estamos castigando la conducta no deseada, la aplicación de ese castigo no les enseña nada. Lo importante en estos casos, siempre es que comprendan qué conductas son esperadas en los diferentes contextos (colegio, casa, etc.), ya que las normas cambian en función del entorno en el que esté el niño.

Por otro lado, otro de los factores importantes es ofrecerles un modelo, otras opciones de comportamiento. Para ello, podemos trabajar con diferentes materiales en los que se proponga una situación (que pueda ocurrirles en su día a día) y deban decir qué harían en esa situación, con este juego, nosotros podremos ofrecerles ese modelo dando la solución correcta. Os dejo uno de mis materiales para que veáis a qué me refiero:

No aprenden a gestionar sus emociones.

Las emociones son algo complejo de trabajar con los niños, deben aprender que todo lo que sienten es normal, pero que muchas veces hay que aprender a controlar cómo nos sentimos. Si los enviamos al rincón de pensar, a la larga se tranquilizarán, sin embargo no aprenderán ninguna herramienta para controlar sus emociones. Si ha realizado algo incorrecto porque estaba enfadado, no aprenderá a gestionar de manera eficaz esa ira para poder prevenir la conducta no deseada en un futuro.

Aquí os dejo un material que utilizo tanto con infantil como con primaria para trabajar el tema emocional:

Su autoestima disminuye.

Por último, pero no lo menos importante, su autoestima cae en picado. Se sienten rechazados por su figura de apego en este momento (ya sea el docente en el ámbito escolar o la familia en el ámbito familiar). Lo único que conseguiremos es que busquen la aprobación constante de esa figura de referencia, por lo que, en muchas ocasiones querrá llamar su atención y por lo tanto estaremos reforzando su conducta no deseada.

Si necesitáis conocer técnicas y herramientas que realmente puedan serviros, recordad que desde la pedagogía puedo ayudaros y asesoraros adaptándome a vuestras necesidades concretas.

Podéis acceder al servicio de asesoría personalizada online aquí y siempre podéis dejar un comentario y os responderé encantada.

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