¿No comprende porque no lee o no lee porque no comprende?

¿No comprende porque no lee o no lee porque no comprende?

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? En tema de comprensión lectora, es fácil la respuesta. Lo más probable es que tu hijo no tenga hábito lector porque no comprende cuando está leyendo.

Y no, no tiene nada que ver con que no lea.

Para comprender no es suficiente leer, hay muchas otras habilidades que se deben desarrollar adecuadamente.

Hoy quiero desmontar mitos contándote algunas de ellas.

¿Qué habilidades son necesarias para comprender lo que leemos?

Para comprender no es suficiente con decodificar (aplicar reglas de conversión fonema-grafema) bien, aunque es un requisito indispensable.

Pero debemos haber desarrollado otras habilidades que también van a influir en nuestro nivel de comprensión lectora. Por ejemplo:

  • Desarrollar una adecuada comprensión oral: cuando recibimos un mensaje, debemos poner en práctica algunas habilidades que después pondremos en práctica también cuando leemos. Por ejemplo, recibimos el mensaje, lo interpretamos, nos quedamos con lo importante, deducimos…
  • Conocimientos previos: los conocimientos que vamos adquiriendo sobre el entorno que nos rodea se organiza en nuestro cerebro en esquemas cognitivos que nos permiten ir relacionando conceptos. Cuantas menos experiencias tenemos, menos estimulados estamos… más nos costará establecer estas relaciones y, por lo tanto, comprender.
  • Limitaciones en la memoria a corto plazo: en ella se encuentra nuestra memoria de trabajo, que es la que nos permite retener y manipular pequeñas cantidades de información para relacionarla con otra información que tenemos en la memoria a largo plazo. En esta memoria de trabajo se incluye un componente muy importante a nivel de lenguaje: el bucle fonológico, que nos permite retener información verbal. Estas limitaciones provocan grandes dificultades porque no permiten retener la información que recibimos al leer o al escuchar.
  • Autorregulación: cuando leemos necesitamos ir regulando la lectura para ser conscientes de para qué y por qué leemos. Esto nos permitirá también ser conscientes cuándo nos perdemos, por qué nos perdemos, si estamos concentrados o no… Así podemos reevaluar y corregir errores.
  • Desmotivación: alumnado que no cree en sus capacidades y no asocia los resultados con su esfuerzo, generalmente relacionado con una autoestima baja y miedo a fracasar o a equivocarse.

¿Qué ocurre cuando hay que trabajar comprensión lectora?

Pues que no es tan fácil como puede parecer. No se trata de leer por leer. Es algo muy complejo de enseñar y que lleva tiempo. Muchas veces como hay mucho desconocimiento sobre el tema los papis os frustráis en las sesiones porque creéis que será algo rápido de mejorar. Y, aunque vamos a ir viendo resultados, hay muchas pequeñas habilidades que debemos trabajar y estimular.

¿Qué ocurre cuando hay que trabajar comprensión lectora?

En comprensión lectora debemos trabajar sobre cuatro niveles de procesamiento del lenguaje:

  • Perceptivo-fonológico: decodificar.
  • Léxico: acceder al significado de las palabras.
  • Sintáctico: entender cómo se relacionan las palabras y qué función cumple cada una de ellas en una oración.
  • Semántico-pragmático: entender el sentido global del texto y hacer representaciones mentales sobre este.

Como veis, es muy complejo y hay que trabajar mucho para mejorar. Pero es super necesario. Si detectas que tu hijo tiene dificultades a la hora de comprender lo que lee y le cuesta mucho estudiar (por lo que su rendimiento académico es bajo), busca ayuda. Podéis agendar una primera entrevista con nosotras para trabajar este tema de manera online.

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