Cómo establecer normas para un uso responsable del móvil en adolescentes

Cómo establecer normas para un uso responsable del móvil en adolescentes

La adolescencia, una etapa repleta de descubrimientos y ciertas ganas de ser independiente, suele coincidir con el desafío de incorporar la tecnología, principalmente dispositivos móviles, en la vida cotidiana.

Para las familias, el establecimiento de normas para hacer un uso responsable del móvil puede resultar una tarea compleja de llevar a cabo.

Sin embargo, abordar este tema de forma abierta y colaborativa puede sentar las bases de una relación saludable con la tecnología.

En este artículo quiero mostrarte algunas estrategias efectivas para establecer normas claras y constructivas.

Comunicación abierta

Antes de establecer normas, es esencial fomentar una comunicación abierta y receptiva entre todos los miembros de la familia. Iniciar una conversación con honestidad sobre lo que necesita y espera el/la adolescente y la familia del uso del móvil es fundamental. Recuerda hablar desde el respeto y la calma para generar un espacio seguro y en el que todos podáis dialogar y sentiros escuchados.

Establecer expectativas claras

Define claramente las expectativas en cuanto al tiempo dedicado a dispositivos móviles. Específica cuándo y dónde consideras que es apropiado utilizar el móvil, estableciendo límites tanto en el tiempo dedicado como en las actividades permitidas. El ser específico/a genera un marco claro en el comportamiento del/la adolescente.

Participación activa

Involucra al adolescente en el proceso de establecimiento de normas. Pregúntale qué opina y sus experiencias, trabajad en conjunto para llegar a acuerdos. El darles voz en el proceso permite que los/as adolescentes se sientan más comprometidos y con ello tienden a respetar las normas que ambas partes habréis conformado.

Enseñar responsabilidad digital

Educa sobre la importancia de tener un comportamiento responsable con estos dispositivos, y en general con la tecnología. Habla de la relevancia que tiene la privacidad y hazle tomar conciencia de los riesgos potenciales que hay a través de las pantallas. Ayuda a que comprenda que el uso de la tecnología conlleva responsabilidades y un mal uso de esta conlleva consecuencias y ejemplifica cuáles pueden ser estas.

Establecer tiempos de desconexión

Promueve tiempos en los que no haya que mantenerse conectado, como durante las comidas, antes de irse a la cama o mientras se comparte tiempo con la familia, es decir, haz que tomen conciencia de que en ciertos momentos los móviles pueden quedarse guardados y disfrutar de otras actividades que ayudan a cultivar las relaciones interpersonales, a fin de evitar una dependencia constante del móvil.

Modelo de comportamiento

Se suele aprender a través de la observación, así que sé un modelo positivo y trata de aplicar en ti mismo/a esas normas que quieres ver en ellos/as, mostrando que cuentas con la capacidad de desconectar del dispositivo móvil.

Utilizar herramientas de control parental

No olvides que existen herramientas de control parental de las cuales puedes hacer uso en casos necesarios para ayudarte con el establecimiento de límites en el tiempo, así como controlar el acceso a ciertos contenidos que consideres inadecuados. Aunque si utilizas estas herramientas, no dejes de lado que la comunicación abierta y enseñanza de la responsabilidad es crucial y debe seguir.

Fomentar actividades offline

Estimula la participación del/la adolescente en actividades que no impliquen estar en línea, como puede ser practicar algún deporte, actividades artísticas, leer, entre otras tantas que puedan ayudarle a equilibrar el tiempo de pantalla con la vida fuera de esta.

Revisar y adaptar normas

Recuerda que las normas no tienen por qué ser estáticas y pueden ir evolucionando en función de las circunstancias y necesidades que vayan surgiendo. Así que acordad revisarlas de vez en cuando y ajustarlas en caso de que sea necesario, siempre teniendo en cuenta la colaboración entre ambas partes.

En definitiva, establecer normas es un proceso de colaboración que requiere de comunicación y empatía. No olvidéis que es importante crear espacios seguros y donde las opiniones se valoren, todo ello reforzará vuestra relación familiar y promoverá un uso saludable de la tecnología. Por último, recuerda reforzar positivamente el cumplimiento de las normas mediante elogios o muestras de afecto hacia el/la adolescente.

Artículo redactado por Milena, compañera de Pedagoqué.

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