Importancia de la lactancia materna

Importancia de la lactancia materna

Es cierto que lactar proporciona infinitas bondades tanto a la madre como al bebé.

Lactancia y sus beneficios

Para la madre: 

Se libera prolactina y oxitocina que producen sensación de calma y positivismo en la madre y le permiten relajarse y enfocarse en su hijo promoviendo un fuerte sentido de amor y apego entre ambos.

La hormona oxitocina, favorece la involución del útero a su tamaño regular y puede reducir el sangrado postparto.

Algunos estudios muestran que las mujeres lactantes presentan índices más bajos de cáncer de seno y ovario. También puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo II, artritis reumatoide y enfermedad cardiovascular, HTA e hipercolesterolemia.

Hay quien defiende que la lactancia bien realizada (diurna y nocturna), actúa como anticonceptivo natural durante los primeros 6 meses tras el parto. Aunque influyen muchos más factores por lo que se desaconseja usar la lactancia como único método anticonceptivo.

Otras ventajas adicionales de lactancia vs. fórmulas son el aspecto económico, la comodidad, la protección del medio ambiente, etc.

Para el bebé: 

La leche materna es el alimento infantil más equilibrado. Contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del bebé. También tiene beneficios en su sistema inmunológico y su salud a largo plazo (previene la obesidad y favorece un mayor coeficiente intelectual).

El calostro de los primeros días tiene un alto contenido en proteínas siendo perfecto para las necesidades del bebé. Proporciona gran cantidad de defensas inmunológicas y estimula el desarrollo de su propio sistema inmunológico.

Contiene inmunoglobulina A secretora, que forma una capa protectora sobre las membranas mucosas en los intestinos, nariz y garganta del bebé.

Precisamente son las partes más susceptibles a virus, bacterias e infecciones. Ayuda a reducir la absorción de bilirrubina y los problemas de ictericia pues favorece la eliminación del excedente de bilirrubina a través de las heces.

Tiene un efecto laxante y se digiere fácilmente.

Por su parte la leche materna ofrece la combinación ideal de nutrientes para el bebé, incluyendo las vitaminas, proteínas y grasas que necesita. Además, su composición cambia conforme crece el bebé, de modo que satisface las necesidades en sus diferentes etapas de desarrollo.

También se digiere y asimila con gran facilidad. Esto previene incomodidades en el bebé como diarrea, estreñimiento y cólico.

La lecha materna también contiene anticuerpos que ayudan al bebé a combatir diferentes tipos de virus, bacterias e infecciones. Pero aún más importante, debido a que provienen de la madre, los anticuerpos que se transmiten son específicamente aquellos que le permiten combatir los peligros a los que el bebé está expuesto en su medio ambiente.

Los bebés que se alimentan con lecha materna exclusivamente durante los primeros seis meses de vida tienen menos infecciones en el oído, enfermedades respiratorias (incluyendo asma), y molestias digestivas e intestinales.

Los cambios de sabor, según la alimentación de la madre, preparan al niño para aceptar mayor variedad de alimentos en el futuro.

Favorece el correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla. El acto de succión contribuye al avance de la mandíbula del bebé alcanzando una posición apropiada alrededor de los 8 meses.

Y dicho todo esto, las madres que optan por no lactar deben ser respetadas y no criminalizar esa decisión como un hecho terrible que genera en ellas un gran sentimiento de culpa injustificado.

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Artículo escrito por:

Charo Calvo – Enfermera del Hospital Cabueñes en Gijón

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