El enfado en niños

Enfado

¿Por qué se enfadan tanto los niños de hoy?

El enfado es la emoción que sentimos cuando hay una injusticia y cuando una situación concreta no sale cómo nosotros esperábamos. Es algo que no nos enseñan a gestionar y que, por ello, da lugar a muchos conflictos, tanto en niños como en adultos. Además, es la emoción que como familia o profesional más nos cuesta gestionar.

Para gestionar adecuadamente las emociones utilizamos una serie de habilidades como el autocontrol que se encuentran en la corteza prefrontal. Lo que ocurre es que esta parte del cerebro no madura hasta que somos adultos, por lo que niños y adolescentes no cuentan con una maduración de la corteza prefrontal que les permita gestionarlas de forma adecuada, por lo que nos necesitan para aprender a regularse. Con esto, podemos entender que es completamente normal que en su enfado, desafíen a la autoridad, no gestionen sus emociones, no tengan herramientas para calmarse y regularse… y nos necesiten.

Por ello, será fundamental nuestra labor, como figuras de referencias de nuestros peques, tratando las emociones como algo natural y evitando que sean tabúes en el contexto familiar. Debemos ser su modelo de referencia, hablar de cómo nos sentimos, crear espacios para hablar sobre ellas, sobre nuestras preocupaciones sin llegar al enfado…

Cuando nuestros peques no saben gestionar sus emociones, probablemente es que han aprendido a regularse a través de nosotros y necesitamos trabajar la identificación, la gestión y la expresión emocional. Por ello, para lograr acompañar a nuestros hijos/as, podemos utilizar diferentes herramientas:

  1. Dar a conocer y entender las emociones.

Lo primero es conocer las diferentes emociones básicas que existen, comprender sus funciones y que no hay emociones malas o buenas, si no que todas cumplen su función en nosotros y escucharlas es la clave para aprender a entenderlas.

Cuando un peque es capaz de ponerle nombre a lo que siente, es más fácil que pueda detectar antes que se está enfadando, por lo que será más sencillo redirigirle hacia un comportamiento más adaptativo y funcional.

  1. Enseñar a controlar las emociones.

Cuando ya hay una adecuada identificación emocional (tanto de saber identificar qué siento, como saber identificar DÓNDE y CÓMO lo siento), podemos pasar al siguiente paso que es aprender a controlar y gestionar esas emociones. Pero… importante, controlar los sentimientos no es lo mismo que reprimirlos. ¿Cómo lo haremos? En Instagram tenéis muchas opciones: la rueda de opciones de disciplina positiva, la técnica del volcán, la técnica del globo… Os dejo aquí un material para aprender a controlar el enfado que podéis encontrar en la tienda.

Si quieres aprender más sobre el mundo emocional de tus hijos, recuerda que en el webinar Emociona (le) hablamos de todo esto y mucho más, y vemos paso a paso qué debemos hacer para que nuestros hijos tengan un buen desarrollo emocional.

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