Cómo ayudar a mi hijo a ser autónomo y tomar decisiones

Como padres y madres, nuestro objetivo principal es que nuestros hijos sean felices. Ni más ni menos. Pues déjame contarte un secreto, para alcanzar ese objetivo necesitamos que nuestros peques sean personas capaces de tomar sus propias decisiones, necesitamos que sean autónomos, que sepan resolver conflictos y enfrentarse a las situaciones difíciles de la vida, necesitamos que sepan gestionar sus emociones, comprender las de los demás… Necesitamos que sean conscientes de la necesidad de esforzarse por conseguir aquello que se quiere.

Por ello, aunque nuestro instinto más primario sea protegerles de aquello malo que les pueda pasar, de aquello que sabemos que les ocurrirá si hacen ciertas cosas (no llevar los deberes al cole, por ejemplo) debemos dejarles experimentar. No olvidemos que todo lo que nosotros sabemos ahora es por nuestra experiencia, así, sin más. Es porque alguien nos ha dejado experimentar las consecuencias de nuestras propias decisiones y de nuestros actos. Es porque llevamos más tiempo en este mundo que ellos. Y ellos también se merecen poder experimentarlo, y, en definitiva, poder aprender.

Por ello, hoy te voy a contar 3 cosas que puedes hacer en tu día a día para conseguir que tus hijos sean lo más autónomos posible y sean capaces de tomar sus propias decisiones.

No lo subestimes

Tenga la edad que tenga, siempre hay cosas en las que pueden decidir. Por ejemplo: a qué quiero jugar hoy, qué quiero hacer primero, qué me quiero poner de ropa, cómo quiero ir peinado… Y no, no se trata de dejarles hacer lo que quieran, sino de darles opciones y adaptarnos a la edad y a los momentos evolutivos de cada peque. A veces, los vemos tan pequeños que no nos damos cuenta de que pueden hacer muchas más cosas de las que pensamos. Si tengo a mi peque de 3 años y le pregunto si quiere llevar la chaqueta amarilla o la roja, ya estoy permitiéndole tomar una decisión adaptada a su edad. Ya estoy permitiéndole desarrollarse. Ya le estoy ofreciendo la oportunidad de practicar para el futuro, para cuando tenga que tomar decisiones más importantes.

No asumas sus errores

Si tu hijo/a se ha olvidado apuntar los deberes del cole, o se ha dejado un libro de texto en el cole que necesitaba… No le soluciones el problema. Habla con él, pensad juntos posibles soluciones, déjale expresarse y discurrir cómo puede solucionarlo. Esto le ofrecerá la oportunidad de ser capaz por sí mismo de resolver problemas del día a día, de hacerse responsable de sus actos y decisiones. No se trata de abandonarlo, sino de ayudarle a enfrentar las consecuencias. Por ejemplo: “vaya, te has dejado el libro de mate en el cole y lo necesitas para estudiar para el examen… ¿Qué podemos hacer para solucionarlo?, ¿qué se te ocurre?”

No quieras ser el centro de su mundo

Muchas veces, a los papás y las mamás… ¡Nos encanta que nos necesiten! Sobre todo cuando son pequeñitos. Al final, ver a nuestros hijos/as crecer… es un duelo. Ya no son bebés, ya no necesitan de nosotros 24 horas, ya son capaces de sobrevivir sin nuestra ayuda. Pero piensa lo importante que es que sea capaz de jugar, hacer los deberes, hacer amigos… por sí mismo. Piensa lo gratificante que será para él, lo que le ayudará en la vida… Intenta respetar esos momentos, intentar ofrecerle las oportunidades que necesite para que lo consiga.

Estas tres cosas harán que desarrolles un vínculo mucho más especial, un apego seguro. Y ellos, te lo agradecerán de por vida.

Si tienes cualquier duda sobre cómo poner en práctica todo esto, no dudes en contactar conmigo a través de una asesoría. ¡Te espero!

Compartir

Deja una respuesta

Explorar más