A veces los peques nos agasajan con sesiones interminables de llanto y desconsuelo que no entendemos y que, por lo general, sucede cuando nosotros pensamos que deberían caer rendidos de sueño.
Pues efectivamente eso es lo que les ocurre. Están muertos de sueño y necesitan dormir ya, pero no lo consiguen y por eso lloran sin consuelo. Entonces solemos decir que “se les ha pasado la hora de dormir”.
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Toggle¿A qué se debe el sobrecansancio?
Por extraño que parezca, lo que le ocurre a nuestro peque es que está muy cansado, agotado. Por haber dormido poco, porque se le ha pasado la hora de irse a dormir. Esto hace que su cuerpecito reaccione al estrés que esto le produce segregando cortisol y adrenalina que, al contrario de lo que necesita, le activan. Por eso, aunque intenta dormirse, no lo consigue porque estas hormonas no le permiten calmarse y relajarse.
Alguna razón para que esto ocurra pueden ser los cólicos del recién nacido (en los primeros meses de vida) o a la sobreestimulación, sobre todo en las horas próximas a la hora de irse a dormir. Jugar después del baño o de su toma está totalmente contraindicado.
¿Cómo ayudamos a nuestro bebé?
Para empezar, evitaremos activarle cuando se acerque la hora de su siesta o del sueño nocturno.
Reduciendo el juego en esos momentos previos, evitaremos saltarnos las horas dedicadas al sueño manteniendo unos horarios y unos hábitos rutinarios que le hagan presumir lo que va a ocurrir en cada momento.
Permitiendo que se vaya a dormir en cuanto muestre las primeras señales de sueño que todos somos capaces de identificar: Se frota los ojos, se toca la orejita, se acurruca…
Una rutina diaria, una nana suave, un masaje tras el baño, una luz tenue, unas palabras en voz bajita… cada uno terminará encontrando lo que relaja a su peque y eso es lo que tendremos que hacer cada día. Aunque a nosotros nos parezca aburrido, a él le irá indicando qué viene después y eso le hace tener control de la situación permitiéndole prepararse para lo que vienen después.
Todo es cuestión de conocer a nuestro peque y crear hábitos que le den confianza y seguridad.
Artículo escrito por:
Charo Calvo – Enfermera del Hospital Cabueñes en Gijón