Hoy tenemos el placer de conocer un poco más a Nerea Riveiro. Esta joven asturiana, apasionada del mundo educativo, comparte todos sus conocimientos en Instagram, donde se ha convertido en uno de los perfiles más influyentes del momento.
Nerea es pedagoga especializada en atención temprana y se considera una persona involucrada en alcanzar una educación inclusiva. ¿Qué le ha llevado a involucrarse tanto en su identidad digital como Pedagoque?
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ToggleAquí la entrevista a Nerea Riveiro:
P. ¿ Qué te llevó a compartir en las redes?
R. Abrí la cuenta gracias a una de mis mejores amigas. Ella me invitó a compartir en Instagram todo lo que sé hacer. De primeras no lo tenía claro, pensé que ya había muchos materiales de otros docentes. Un día me decidí y entre las dos creamos la marca.
Pensaba que tenía que enseñarle al mundo que existe otra forma de trabajar. Me gustaba pensar que otros niños y niñas podían utilizar mis recursos. También era una forma de crecer profesionalmente.
P. Mantener un perfil activo y generar interacción lleva mucho tiempo. ¿Lo entiendes cómo parte de tu trabajo?
R. Sí, lo entiendo como parte de mi trabajo. Al principio no, era como una afición, aunque sí que compartía contenido casi a diario.
Ahora mi perfil ha crecido. Gracias a eso he encontrado oportunidades profesionales muy buenas, algunas remuneradas y otras no. Pero sí que me lo tomo como un trabajo, tengo el material organizado para saber cuándo lo tengo que subir a la red. Además, tengo asumido que esto forma parte de mi entorno laboral y para mí es un espacio que me ha dado muchísimo, pero muchísimo.
P. ¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha pasado durante este tiempo de exposición pública?
R. Lo mejor que me ha pasado es conocer a profesionales que tienen pensamientos parecidos al mío. Me gusta ver como hay muchos profesionales que creen que es posible una educación diferente, inclusiva, no tradicional en la que los niños y niñas son los verdaderos protagonistas.
Lo peor que me ha pasado es que, como en todas las redes, hay mucho odio. A la mínima me atacan o sacan de contexto algunas cosas que digo. He tenido que salir a explicarme porque en ocasiones concretas han ido a sacarme la puntillita.
Aun así, hay muchos profesionales que son oro y en general me siento muy arropada.
P. Cada vez más la enseñanza online cobra fuerza, ¿puede llegar a ser una alternativa al modelo educativo presencial?
R. Desde el estudio donde yo trabajo lo hemos tomado como una forma de reinventarnos. Aunque, sí que es cierto que hay un factor humano que en este contexto se pierde.
Por ejemplo, si estoy trabajando con un peque con TDAH es muy difícil hacerlo de forma online. Si bien, para trabajar técnicas de estudio es muy fácil. Hemos preparado materiales para centros y ha funcionado muy bien.
En la enseñanza telemática se pierde mucho información emocional que es de vital importancia. Sin embargo, pienso que el entorno online es una herramienta muy potente.
P. Tal vez, la transformación educativa necesita la reformulación de nuevas cuestiones, ¿qué preguntas deberíamos hacernos mirando al futuro?
R. Un poco de autocrítica no estaría mal. ¿Estamos creando o estamos actuando acorde a la educación que queremos? Somos referentes y los peques nos ven como tal. ¿Predicamos con el ejemplo? ¿Estamos actuando nosotros acorde a nuestros pensamientos de lo que significa la educación?
Otra de las cuestiones sería sobre la educación inclusiva, aún queda mucho por hacer. Muchas veces hablamos de este tema como algo ya conseguido y no es así. Los profesionales de la educación debemos seguir luchando por ello.
En lo personal
P. ¿Qué libro recomendarías y por qué?
Me cuesta mucho siempre elegir un libro. Pero me quedo con El monje que vendió su Ferrari, sus páginas incluyen grandes enseñanzas que podemos aplicar en nuestro día a día.
En el ámbito profesional quiero recomendar el libro El cerebro del niño, pero la obra de ejercicios. Trae hojas de trabajo y actividades prácticas y es una propuesta muy bonita y respetuosa.