Después de muchas conversaciones y de responder de forma reiterada a la misma pregunta, procede una pequeña reflexión sobre el tema. El verano es momento de disfrutar en familia y la playa es un lugar estupendo para ello, pero es fundamental no tener ningún susto.
PROTEGETE DEL VERANO
Ante todo decir que no hay protector solar adecuado para peques de menos de 6 meses. Ni pantalla total, ni FPS 50, ni especial para niños… NINGUNO. Los bebés de 0 a 6 meses no deben usar este tipo de cremas ni exponerse directamente al sol. Tendrán que ir vestidos de forma fresquita y estar siempre a la sombra.
Aprovecho para decir que la moda de poner la muselina sobre el cochecito con el propósito de proteger del sol no es una opción; con eso se consigue un efecto sauna que puede desencadenar en una deshidratación o en un golpe de calor muy serio. Para ello existen las sombrillas que protegen del sol, permiten la circulación del aire y los podemos ver todo el tiempo. Aunque esto da para otro artículo.
A partir de los 6 meses existen productos adaptados para proteger las pieles de nuestros peques sin que esto signifique que ya los podemos poner tranquilamente al sol. Debemos seguir manteniéndolos a la sombra, o usar sombrilla cuando vamos de paseo. Es buen momento para acostumbrarlos a ponerse gorrito o visera. Eso, además les protege la cabecita, y los ojos.
No es raro encontrarnos con niños en sillita que van ciegos o con el ceño fruncido porque el sol les va dando en la cara sin ninguna posibilidad de protegerse. De nuevo la sombrilla de toda la vida es fantástica.
Las gafas de sol también son una opción siempre que sean de óptica. Las de plástico (las del kiosco como yo las llamo) son muy simpáticas, pero producen más lesión que no llevarlas. Porque engañan a la pupila que siente que le llega poca luz (pues el plástico es oscuro) y se abre sin “notar” que no hay ningún cristal que la proteja de los rayos UVA que son los que realmente lesionan al ojo y pueden terminar en cataratas con el tiempo. Pero las quemaduras de sol tienen memoria, no desaparecen.
A partir de los 6 meses y cuando ya podemos disfrutar de los peques en el agua, deberemos seguir usando una buena crema de protección y cubriendo su cabecita. Para evitar una exposición excesiva al sol, existen prendas de baño con protección anti rayos UVA que les permitirán moverse por la arena e ir al agua sin miedo a las quemaduras.
Con todo esto, hemos de recordar que el sol quema. Salir de paseo también es exponerse al sol así que los peques deben llevar siempre protector, incluso aunque no sea verano y parezca que este nublado. Y, por supuesto, todo esto es aplicable si nos vamos a pasar el día al campo o a la piscina.
¡Feliz verano!
Artículo escrito por Charo Calvo, enfermera de cabueñes.